Tuesday, February 01, 2011

Esta casa es una ruina

Aquí Zero escribiendo desde nuestro querido (y a la vez detestado) salón. Hoy vamos a hablaros de nuestro piso, agárrense a sus ratones, sillas o al suelo mismo y preparense para el alucinante viaje de los pequeños desastres caseros.
1) Tenemos un contrato de mierda:
Para empezar, pudimos firmar el contrato cuando ya llevábamos como un mes aproximadamente en el edificio, y eso debido a intentar cambiar la parte del contrato que decía que cualquier desperfecto saldría pagado de nuestros reducidos y agujereados bolsillos y, al final, lo que conseguimos fue un leve "cambio" en la cláusula que dice así: "Los gastos de reparación y conservación de la vivienda, enseres y demás que se cede en arrendamiento, serán por cuenta única y exclusiva de la parte arrendataria". A mí me suena exactamente igual.
2) Electrodomésticos:
En un principio felices con nuestro amplio piso bien situado, descubrimos cuan difícil es lavar la ropa en una lavadora que no centrifuga y, es más, deja gigantes charcos de agua en su interior. Durante un tiempo cada colada que se hacía pasaba, antes de ser tendida, por el escurridor manual del baño, que constaba de dos de nosotras, agarrando cada una lado todas y cada una de las prendas constituyentes de la colada para retorcerla y quitarle todo el agua posible antes de tenderla. Después vino el tiempo de calma, un técnico salvador llegó para  arreglar nuestra pequeña lata y, durante un corto pero delicioso periodo de tiempo, la latita centrifugó como más o menos pudo y, como adivinaréis, ahora mismo hay un charco de agua en su interior que se niega a irse.
El microondas aparentemente en buen estado, va yéndose de lado porque se le caen las patitas. Quizás no parezca tan malo, pero resulta que el interior del susodicho está oxidado y para disimularlo lo han pintado de blanco pero, claramente, se ve.
Nuestra pequeña nevera tiene un (también) pequeño congelador, que en realidad no cierra, todo es una ilusión. Lo que hace que no se descongele todo lo que hay allí dentro es una capa de hielo que se ha formado en el borde, la cual cumple la función de hermetismo que debería realizar la puerta.
Arcón (o congelador grande): teníamos al menos la ilusión de tener el arcón en el que guardábamos realmente toda la comida congelada, hasta que una noche decidió unirse al motín del resto de nuetros electródomesticos y hacer que tiráramos un montón de comida (tappers y tappers) Lo único que tuvo de bueno fue que invitamos a cenar a una amiga para poder hacer frente a lo poco que no se había estropeado y salvar algunas cosas.
La vitrocerámica nuclear, que en un principio te engañará haciendo parecer que es una vitrocerámica como cualquier otra pero... ¡cuidado con que hornillo decides encender! quizás elijas aquel botón que hay que girar al revés, pues el misterioso hornillo vitroceramérico le ha robado sus poderes a radioactivoman y con una sola mirada podría quemarte los ojos, pero por supuesto jamás la comida.
3)Muebles:
Contamos en este circo de contrachapado viejo con: ¡la mesa equilibrista! que hace alarde de su aguante permaneciendo día y noche torcida mientras carga con la impresora y el aparato de la TDT.
El escritorio de la cuerda floja: cuidadito con lo gordos que sean tus libros porque quizás hagas que este pequeño dinosaurio de la mueblería se venga abajo junto con todo lo que lleva encima.
El señor de la oscuridad, que no es otro que el escritorio peor pensado del mundo, haciendo un hueco en una extraño mueble armario estante, ¡o te compras un flexo o te jodes!.
La silla ilusionista: ella, pensando en tu incomodidad, ha decidido tener un respaldo incompleto. Ya sabes, ¡toda ilusión tiene su riesgo!
El sofá-portal: ¿alguna vez has soñado con una puerta a otra dimensión a donde escaparte y disfrutar de lo que sea? ¡Aquí lo tienes! Quizás no puedas pasar a otra dimensión pero te aseguro que en el agujero del centro de este fantástico sofá desaparecerán tu tabaco, tus mecheros, tu dinero, el mando de la tele, el móvil, tus calcetines o incluso, si tiene hambre, ¡el cola-cao!
Y por supuesto hay sitio para las estanterías payaso, esas que se caen para hacerte llorar de risa cuando todo lo que habías puesto sobre ellas llega al suelo y explota en caos sobre el crujiente y viejo suelo con baches.
4) La fuente de la vida:
O de las humedades en este caso. Ya saben ustedes que en todo cuarto de baño hay una tapilla que puede abrirse para desatascar en caso de inundación, es mi deber comunicaros que en este baño la tapa parece estar fusionada al suelo pero, mágicamente (nos encanta la magia) el agua, que puede colarse por cualquier sitio,emerge de las profundas y asquerosas tuberías en todas y cada una de las siguientes ocasiones: te lavas las manos, te cepillas los dientes o te duchas. Así que si necesitan ducharse, no vengan a nuestra casa. Os informo que estamos pendientes de arreglar eso, pero ya saben, nuestra casera es una ninja experta en escaparse y dar excusas para olvidarse de nuestra existencia y nuestras quejas, hasta que hace una horilla nuestra vecina de abajo del 1ºD la llamó contándole que es abogada y que su piso recién pintado tiene humedades que bajan de nuestro baño de ambrosia.
¡Ah! y que no se me olvide para despedirme comentar, que el WC del baño pequeño suena como un titán vomitando cada vez que se tira de la cisterna.


En la próxima edición continuaremos relatando nuestras desdichas y aventuras en el maravilloso mundo paralelo donde vivimos.
Un bicho y tarta de la vieja a todos!